agosto 2020

lunes, 31 de agosto de 2020

Asignaturas Prosumidoras para desafiar la enseñanza


Clases virtuales y contenidos - revisando nuestros fundamentos

El acceso a través de la web en estos momentos de Aislamiento-Pandemia generaron cambios en la complejidad de las clases virtualizadas. Por una parte, los docentes aprendimos de TIC, presentándose desafíos que antes era poco probable considerar. Mientras tanto, los alumnos pareciera que incrementaron las consultas de sitios donde encontrar los temas que están estudiando, sea compartido por sus docentes o por necesidad. Esto, en el nivel superior, habilitó una serie de intercambios que enriquecieron las maneras de enseñar y aprender cómo me ocurrió en el Profesorado de Física donde enseño.

Pasar de clases en Laboratorio a encuentros por Video y trabajar con los recursos disponibles en la web nos condujo a todos a construirnos nuestro portafolio de recursos; sitios; materiales digitales; herramientas; entornos; etc. que permitan un aprendizaje de largo aliento. Los alumnos abandonaron la posición “expectante y pasiva” para pasar a ser “actores proactivos” de sus aprendizajes.

Ahora, antes de volver a la presencialidad, es momento de extraer aprendizajes y compartirlos con colegas ya que necesitamos repensar estas experiencias de enseñanza en la virtualidad (algunos refieren a enseñanza en EaD) para romper la lógica de Dictar Clases, de Transmitir Contenidos.

¿Volvernos prosumidores?

En el nivel superior descubrimos los docentes que, con dispositivos y wifi, no bastaba para enseñar, que los estudiantes podían tomar nota en las clases grabadas, pero por sobre todo, luego de cada video era posible seguir profundizando en los temas. Lo mismo ocurrió a algunos docentes, abrieron su portafolio de enseñanza para agregarle videos; podcast; mapas; sitios; etc. que colaboraron en una enseñanza situada y contextualizada.

Emerge en docentes, por decisión o necesidad, una perspectiva que algunos autores hace tiempo resaltan como parte de las habilidades de un docente experto (con o sin TIC). Me refiero al docente Prosumidor, que supera la simple idea de transmitir; de entregar un tema/contenido y actividades preconcebidas, si me permiten, prefabricadas.

Prosumir es un acrónico de los conceptos productor y consumidor, y se refiere a aquellas personas o usuarios que asumen frente al conocimiento un rol de productor y consumidor de manera conjunta y mostrando cierta sensibilidad por lo que los destinatarios de su trabajo necesitan. Compartir un conocimiento enriquecido por el que uno posee por experiencia/investigación, o de otros autores, mejora las prácticas educativas de a todos: alumnos destinatarios y docente.

No es lo mismo explicar un sistema de evaluación por competencias, que ofrecer ese sistema con una reflexión y enriquecimiento desde tal o cual perspectiva, que el docente realiza. Supongamos que un docente de Física enseña Estática a alumnos de Seguridad e Higiene en EaD: una cuestión es explicar las leyes del equilibrio con fórmulas y problemas (enfocados desde lo fisicomatemático) y otra distinta y enriquecida es presentar una explicación que se complementa con el conocimiento de la accidentología, en donde una parte de la explicación es la Física. Para lo primero basta ser docente de Física, para lo segundo es necesario estudiar los accidentes y analizarlos con ojos físicos, para ofrecer al alumno un conocimiento aplicado-contextualizado y reformulado, para su perfil profesional.

Algo parecido ocurre en la evaluación, podemos preguntar una ley o exigir una reflexión que implique un conocimiento enriquecido por otros en el mismo examen, llevando al aprendizaje a otro nivel. Pero para eso es menester que el proceso de enseñanza promueva la prosumición.

El Aula con Docente y Alumnos Prosumidores

En el nivel superior generalmente los docentes hacen Prosumición, actualizan conocimientos y métodos de su campo, pero ¿y los estudiantes? ¿sólo son evaluados como meros consumidores de contenidos?

El desafío, que esta Pandemia ha provocado, es que los docentes reformulemos la enseñanza superior en una que desarrolle una competencia de prosumidor en nuestros alumnos. Con ello sería posible enriqueciendo el conocimiento establecido en la planificación con trabajos de tesis, artículos académicos, ponencias, conferencias, etc.  O con invitar a expertos que muestren cómo resuelven problemas específicos, desde la propia práctica, mas allá de lo que está escrito. ¿Ellos son desafiados a reelaboren sus conceptualizaciones y construir otras nuevas? ¿Cómo hacerlo?

Sencillamente tomando lo que queremos enseñar y aportarle nuestra mirada, con otros enfoques y aplicaciones, con la experiencia que poseemos en el campo y consultando a otros e incorporando actividades/ejercicios que lleven al alumno a otro nivel de reelaboración. Cambiando el Cumplimiento por el Aprendizaje Profundo, con actividades de aprendizaje que le provoquen ciertas tensiones y desafíos, por exigirle que formule definiciones desde un enfoque que enriquezca el que ya poseen.

Todo esto exige, como mencionan en su trabajo de investigación González Guerrero y otros (González Guerrero, K. ;Rincón Caballero, D. y Contreras Bravo,L., 2013) que el docente perfeccione ciertas competencias para ser Prosumidor.

Implicancias para Prosumir

Un docente pueden ser prosumidores al desarrollar ciertas habilidades en relación con la Comunicación; Interacción con otros; capacidad de Empoderar a los alumnos y (lo central) Educar.

Características del docente Prosumidor

Implicancias en EaD

Comunicar: desde un ida y vuelta, basado en lo textual como en lo visual, establece canales de diálogo con los autores, con los estudiantes, con los contextos y la experiencia profesional. Profundiza el diálogo y la retroalimentación. El docente prosumidor realiza búsqueda; selección e interpretación de la información para que sea dialogada y/o refutada entre los actores.

·             Flexibilidad en la adaptación de diferentes marcos pedagógicos según los ritmos de aprendizaje.

·             Ofrecer accesibilidad al conocimiento y al material según los requerimientos de los estudiantes.

·             Apoyo permanente a los alumnos para compartir y discurrir miradas.

Interactuar: promueve el intercambio de conocimientos mediados por las TIC y abre oportunidades para que la colaboración genere nuevos aprendizajes.

·             Intervenir cada alumno sobre el conocimiento con la posibilidad de transformarlo con fundamentos (desterrando la opinión cómo único modo compartir).

·             Dialogar individualmente, reforzando la interacción uno a uno en las reflexiones sobre el conocimiento, permitiendo un co-crear nuevos conocimientos.

·             Promover la reciprocidad en ámbitos virtuales que enriquezcan el aprendizaje en tiempo real, entrando y saliendo de la posición de consumidor con cierta reflexión.

·             Reconocer que difundir contenidos es una parte del aprendizaje (necesario) y que las redes sociales pueden apuntalar este proceso, pero no bastan para transformarlo en alumno prosumidor.

·             Consolidar redes de aprendizaje reflexivas que hacen un uso crítico del conocimiento compartido con todos los actores, no sólo con los que tienen el acceso.

Empoderar: vuelve a los actores en autores con derechos, valores y capacidad de transformación de la cultura, dejando de lado la postura pasiva o receptiva del conocimiento.

·             Promover con el nuevo conocimiento una capacidad de acción transformadora de la realidad, procurando hacer bien el Bien

·             Aprender con libertad e independencia el conocimiento que es asumido como propio y con cierta validez para ser compartido y mejorado, lo que lo hace confirmado o refutado a la luz de otros enfoques.

Educar: compartir conocimiento de autores referentes como reelaborado por el docente ayuda a reafirmar su postura sobre la enseñanza y el aprendizaje, facilitando la transición del saber al aula para que sus alumnos aprendan, ya que se realiza la prosumición en función de ellos.

·             Actor principal es el alumno, variando el profesor su rol clásico (reproductor) por el de proveer de experiencias significativas vinculando a la cátedra con los intereses de los estudiantes.

·             Construir conocimientos afianzando el proceso de aprendizaje por medio de las TIC, modificando:

o    Los recursos de aprendizaje permanentemente

o    Incluyendo a todos en el proceso

o    Rescatando lo individual y lo colaborativo

o   Resolviendo problemas individualmente y en equipos


En síntesis, transformarnos en docentes prosumidores, no es un proceso simple que se realiza al incorporar a las TIC, curando más contenidos o solamente escuchando un poco más al alumno. Necesitamos comenzar por revisar nuestra propuesta; dónde haremos los primeros cambios que sean realizables y atractivos para todos en el aula (Presencial y/o Virtual); qué implicancias conceptuales proveen (en este cambio paradigmático) y cómo lo ejercitaríamos en el aula para generar Autonomía en el Estudiante. 

Un modo atractivo para el docente, es comenzar por revisar los fundamentos educativos en donde se posiciona para enseñar, y compartirlo con los estudiantes. Además de comenzar a mejorar, a curar contenidos y reelaborarlos, tenemos la oportunidad de ser ejemplo para los alumnos. Y eso enseña más que una Presentación animada en la web.


martes, 11 de agosto de 2020

La tecnología en Educación: ¿Quién configura a quién?


Las tecnologías y su influencia en el hombre. Miradas de Ortega y Gasset y Habermas

La Técnica y el Hombre

Algunos expertos de la educación pregonan hoy por incorporar las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) en el aula como un modo de favorecer el desarrollo y la inclusión mientras que otros plantean categóricamente que no favorece el desarrollo de hábitos de estudio y es mejor no utilizarlas. Tanto por un lado como el otro, las posturas pro y contra TIC en los últimos años han ido puliendo y precisando el debate, pero dejando de lado a veces el aspecto filosófico y educativo de la cuestión, pues no es lo mismo formar para el mundo del trabajo que desarrollar al hombre para alcanzar el bienestar o la felicidad, incluso el Bien supremo.

La Técnica la entenderemos como el conjunto de normas, reglas, procedimientos para resolver un problema concreto y la Tecnología como los instrumentos y recursos técnicos que se aplican/implementan en un campo del conocimiento.

¿Cuáles son las dificultades que se plantean desde un punto de vista del hombre, del conocimiento y la cultura? A esto nos dedicaremos en adelante, en base a dos autores que hemos explorado, J.Ortega y Gasset y J. Habermas.

Meditación de la Técnica - Ortega y Gasset[1]

La técnica además de resolver dificultades que tiene el hombre, hoy se ha convertido en nuevo problema para él, generando lo que no se esperaba, tal el caso de medicaciones que resuelven un problema concreto pero afectan a otro órgano, o la tarea de obtener agua (abriendo una canilla) que se ha instalado tanto en la vida del hombre (de la ciudad) que hasta se ha olvidado cómo realizar ciertas tareas sin la ayuda de la técnica. En educación podemos citar hoy la elaboración de ideas personales, reemplazadas por un copiar-pegar que facilita el armado de monografías (y que además es acompañando por un descuido del docente en su tarea de seguimiento, obviamente).

La Técnica surge para satisfacer necesidades que encontramos en nuestro cotidiano vivir pero arriesgando dejar de ser, al querer extender la aplicación de la técnica a cualquier deseo que se tenga, como llegar a un lugar en poco tiempo; aprender cualquier cosa y hasta querer no morir.

La potencia del hombre de desear vivir nos ha impulsado a querer-desear aplicar la técnica a todo lo que nos parezca posible:

“....calentarse es la operación con la cual procuramos recibir sobre nosotros calor… esa operación se reduce a ejercitar una actividad que el hombre se encuentra dotado: caminar hasta el foco caliente”

Alimentarse, abrigarse, moverse, etc, forman parte de un repertorio de necesidades con que el hombre se encuentra, y para ello cuando la naturaleza no le provee la solución, él produce con los recursos que tiene en frente, más allá que podamos aplicarle a las necesidades la categoría de necesidad fundamental o superflua.

Al producir técnicas, aparece otra realidad que se consustancia con el hombre que es la liberación del tiempo (que antes utilizaba para realizar algo y que ahora por medio de la técnica le queda disponible), o de las energías (ahorrando esfuerzo).

“Todos los actos presuponen la invención de procedimientos que permiten obtener con seguridad lo que la naturaleza no tiene y que nosotros necesitamos, según nuestro antojo y conveniencia”

Creamos objetos, instrumentos o aparatos, que nos proporcionan la capacidad de lograr cierto bienestar, que la técnica nos aporta y con los actos técnicos el hombre impone a la naturaleza los procesos necesarios para satisfacer sus intereses, ideas y expectativas. Analizar la implicancia de la Técnica en la educación, ¿qué nos propone?. El esfuerzo de aprender, el de formarse para una especialidad, en el marco de esta reflexión, presenta algunas cuestiones claves que afectan al docente y al estudiante (entre algunos actores del sistema educativo).

  • Si se aprende el uso de una Técnica, aplicable a un dominio del conocimiento, ¿nos garantiza el aprendizaje o simplemente el manejo de la misma?

  • El uso de una Técnica, como receta, ¿nos permite enfrentar problema a futuro en condiciones cambiantes?, ¿no será que necesitamos educar a la persona en algo mas que en la técnica misma?

  • Si la técnica puede generar problemas no previstos, ¿en qué deben ser formado los profesores, en cuanto a la reflexión sobre el uso de las TIC, como tecnología que provoca lo no esperado/conocido?


Cuando el bienestar que se busca, al recurrir a la técnica, no se consigue, el hombre debe comenzar a reflexionar qué está ocurriendo; evitando cambiar de técnica para no quedar preso del problema y reducido a un simple vehiculizador de soluciones, lo que solemos identificar en educación como aquellos profesores que dicen ¡los alumnos no aprenden! o ¡no pueden aprender!, luego de seis meses de clase, pueden ser ellos los profesores transmisores, que sólo cambian de técnicas pero no reflexionan su práctica o no participan a los estudiantes del desafío educativo.

Ciencia y Técnica como Ideología – J. Habermas[2]

El autor nos aporta una reflexión desde una mirada diferente de la problemática que esconde la Técnica. Introduce con Max weber la idea de la racionalidad formal como una determinada forma de oculto dominio político, con estrategias que utilizan las tecnologías e instalan sistemas racionales. La racionalidad exige acciones de dominio sobre la naturaleza o sobre la sociedad, y las acciones se adecúan al ejercicio de los controles, para lograr sus fines.  Esta razón técnica no tiene su origen en el contenido político, más bien es él mismo ideología (de acuerdo a la crítica de Max Weber a Marcuse). Ella es dominio de la naturaleza, sobre las personas; es dominio metódico y en función de fines calculados y calculantes, ella es un proyecto social e histórico que marca lo que la sociedad y sus propósitos tienen. Un propósito material.

Marcuse reconoce, en el sometimiento de los sujetos al aparato productivo (¿la escuela lo es?) a través de una producción y distribución del tiempo libre, desprivatizándolo y ofreciéndoles confortabilidad en la vida, un bienestar que se legitima en la conciencia de las personas.

Al incrementarse el trabajo productivo, la sociedad comienza a observar los beneficios científicos que lo han conseguido, y ese “progreso científico y técnico rompe las proporciones históricas” estableciendo organizaciones “técnicamente necesarias de una sociedad racionalizada”. Entonces, ella va perdiendo la capacidad de reflexionar y surgen funciones productivas que son base de legitimidad, por ende, sustentada en la técnica. El método científico llevaba al dominio de la naturaleza, y de ahí el proceso desarrolló conceptos que permitieron “una forma de dominación efectiva del hombre sobre el hombre a través de la dominación de la naturaleza”.

Según Habermas la Tecnología aporta una racionalización de la restricción a la libertad de la persona determinando al hombre en su capacidad de autonomía para decidir sobre sí.

Para Marcuse la dominación de la naturaleza ha quedado vinculada a la dominación de los hombres, que puede ser de índole represivo o liberador según como el hombre proyecta la técnica:

a)       A partir de liberar funciones locomotoras (creando instrumentos que reemplacen las manos),

b)      Luego avanza por los otros sentidos hasta llegar a producir tecnología que sustituya funciones de centro de control (para el cerebro).

Si este proceso de hacer técnica lo ponemos en tensión con los fines, controlado por los grados de éxito, parece que es casi imposible renunciar a ella en cualquier organización. Por ejemplo si tomamos el campo educativo, es casi imposible de pensar que un profesor hoy renuncie a los recursos técnicos (TIC en especial) que dispone para enseñar, pues la observación del superior (el control de la racionalidad técnico-burocrática) le planteará exigencias para que retome su uso; o la demanda social que proyecta la imagen de que el dominio de la técnica para los estudiantes es sinónimo de evolución (el control de la sociedad).

Pero si ella se transforma en un modo de producir global, entonces seguramente por ser una manera de producir y actuar, afectará la cultura al configurar (¿podemos usar el término actual de formatear?) las conductas. El modo como se conformó el aula para enseñar en los inicios de la escuela moderna, prácticamente no ha cambiado, construyendo una cultura escolar que una mínima modificación interna puede ser tomada como innovación o ser criticada como proceso de ruptura.

En este punto podemos iluminar una cuestión que en el mundo educativo, ¿sólo la innovación que viene desde el orden superior es tomada como válida? (pues ha recibido todos los controles de validación que la burocracia requiere). Cuando el profesor quiere provocar una mejora o cambio incorporando la técnica, ¿es visto como ruptura del orden con un sesgo negativo por el cambio provocado o por la incorporación de la técnica? La cuestión es que “la garantía de que se atengan con cierta probabilidad a reglas técnicas … sólo puede venir asegurada por medio de la institucionalización”. Lo importante en la evolución de las organizaciones tradicionales es que el accionar eficaz se mantenga dentro de los límites de la eficacia racional legitimada por la autoridad. Innovar con TIC tiene una doble implicancia en este encuadre que nos reflexiona el autor, el cambio de abajo hacia arriba que es resistido en general y la técnica que trae implícito el factor condicionante del hombre, limitando su libertad.

No se trata de tener que usar Google en el aula y no otro, en lo que a condicionamiento se refiere, sino más bien, cómo instalamos los procesos únicos y válidos para buscar información. ¿qué ocurre en el aula si un estudiante trabajara conectado con su Smartphone para buscar información? ¿el profesor lo vería como una capacidad para aprovechar la técnica en el aprendizaje, aunque alejado de sus control, como ocurrió en nuestra experiencia de uso de Facebook en el nivel medio?

También en la cultura artesanal antigua, las innovaciones no eran vistas como algo posible/positivo, en todo caso, el hombre era un reproductor de una técnica que dominaba el maestro y el aprendiz adquiere conocimientos parte por parte. Al surgir en la modernidad la técnica, el Hombre pasó de un actuar limitado a un actuar con recursos casi ilimitados, y si analizamos a los docentes y el contexto educativo, la escuela parece más bien un ámbito artesanal, en el que se le pide al profesor que actúe innovando (no mucho) en un ambiente (que resiste los cambios) para mejorar el aprendizaje de estudiantes (que viven el cambio y hasta lo consumen). Las TIC en estos procesos juegan un papel disruptivo, que provoca cambios y crisis, que paraliza y reclama movimiento, si queremos un aula que enseñe y aprendan hay que acordar ¿qué queremos cambiar?, y el acordar no basta con un accionar entre profesor y directivos, los estudiantes también, pues si queremos que la transformación sea permanente, ha de realizarse un postulado de universalización, en donde todos libremente acepten las consecuencias de las decisiones y normas establecidas para el cambio.

Quién configura a quién - Tensiones TIC - Educación

Seleccionar herramientas TIC para aprender y enseñar, como puede hacer uso un docente de los distintos recursos integrados a sus planes en el aula, y qué necesita de habilidades didácticas el docente en un contexto, es el punto al que nos interesaría responder. Cuando queremos diseñar un plan de formación ¿estamos pensando todo esto?, lo mismo cuando investigamos, queremos saber el qué y cómo pero ¿hemos aprendido que hay aspectos que teníamos ocultos en nuestra planificación didáctica que eran afectados por la técnica?

Nos centramos en las TIC en el aula: sus ventajas vendrán de cómo; con quién y con qué fines se lo aplica en el aprendizaje de tal o cual materia /área del conocimiento, las TIC para aprender en ellas, con ellas y a través de ellas y cómo lograr los objetivos de aprendizaje.

Pero sus desventajas no pueden quedar sin ser develadas en la reflexión del docente, y eso es parte del proceso reflexivo didáctico, no sólo técnico, del profesor.

Además, en otros tiempos existieron herramientas tecnológicas que se consideraron como innovadoras y se incorporaron a la práctica educativa con debates de toda índole; en el caso de las TIC ellas “se han convertido en un problema educativo, un desafío, una oportunidad, un riesgo, una necesidad… que poco tienen que ver con las decisiones intencionales de los propios educadores” (Burbules, 2008) ya que ahora están al alcance de todos y en especial de los jóvenes. Esto no es un problema meramente educativo, es necesario que el docente domine las ideas centrales, de las técnica, de las TIC, posibilitándole anticipar las dificultades de aplicación y uso por parte de sus estudiantes. Y esto no es un mero planteo didáctico, es esencialmente prever la ideología y el marco de aprendizaje en donde ella puede funcionar bien o, en todo caso, saber cómo configurar a la TIC para que sea facilitadora del aprendizaje, y esto requiere de habilidades complejas para superar el simple uso. Esto significa que el profesor ha de tener las competencias digitales necesarias, de manera que pueda dirigir la intencionalidad de ellas.

Reflexionar sobre las TIC, en educación y desde un punto de vista educativo para comprender cómo puede ser su incidencia positiva en el aula, no hay dudas que exige al profesor dejar una postura simplista; tecnofóbica o tecnofílica[1] sobre la cuestión. Habrá que lograr ser competente con ellas, como hasta ahora en su disciplina, manteniendo una mirada crítica sobre ellas y sus efectos, para estar confiado en que el proceso educativo, lo es; con ellas.


[1] Meditación de la Técnica contiene el curso dado por el autor en la Universidad Internacional de Verano de Santander, en 1933. En él giró alrededor de los temas siguientes: descripción de la Técnica con un enfoque ontológica y el logro de una mejor calidad de vida

[2] Presenta una una confrontación con Herbert Marcuse  y su tesis: "la fuerza liberadora de la tecnología” que para el Habermas se convierte en instrumentalizacion del hombre."


Bibliografía

Ferrater Mora, J. (1982). Diccionario de Filosofía. Madrid: Alianza Editorial.

Habermas, J. (1986). Ciencia y Técnica como "ideología". Madrid: Tecnos.

Ortega y Gasset, J. (1957). Meditación de la Técnica. Madrid : Revista de Occidente.

Burbules, N. y. (2006). Educación: Riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la Información. Buenos Aires: Granica .