Cambiar o Hacer más de lo mismo en Educación (el día después del Aislamiento)
Cambiar o Hacer más de lo mismo
El presente contexto del covid19 obligó a docentes; familias y alumnos a incorporar a las TIC para estudiar y aprender, con una inmersión en ellas que nunca se hubiera conseguido en un proyecto en donde la presencialidad estuviera vigente.
Las tecnologías utilizadas por docentes y alumnos son variadas, desde videoconferencia hasta plataformas fueron algunas de las herramientas para la interacción audiovisual con otros.
El concepto de Educación a Distancia tomó fuerza en el mundo y, en nuestro país, desafió a instituciones y personas la consideraron (y aún lo hacen) como una forma de enseñar menor, una modalidad de poca calidad; eficacia; significatividad; etc. Entre varios amigos colegas, las consultas se referían sólo a ¿qué plataforma conviene usar? Como si este cambio paradigmático se resolviera con un aula virtual.
¿Cuál ha sido el problema hasta hoy?
Pasar de presencial a distancia, sin planificación y/o capacidad de anticipación, obligó a usar las TIC para darle continuidad a la enseñanza; desde el nivel Inicial hasta el Posgrado. Quisiéramos o no, los docentes enfrentaron el desafío, una vez más de hacer posible el acto educativo, con aulas virtuales o no. Sin embargo, al intentar trasladar lo presencial a la distancia, demostró que modificar la propuesta pedagógica para alumnos es la clave para poder resolver esta cuestión. Ellos (alumnos, padres, docentes, instituciones, etc.) si o si, estarán atravesados por las tecnologías para enseñar, aprender y compartir. Todos requerimos de apoyos externos: en inicial y primaria de los padres; para todos la conectividad y contar con dispositivos digitales es clave. La accesibilidad a los contenidos tratados pedagógicamente son la punta del icberg. Para todo ésto, muy pocos estaban debidamente preprarados. Alumnos sin acceso; equipos que no pueden conectarse a las propuestas enviadas; la sobre saturación de envíos; las agendas de videoconferencias superpuestas; etc. permitieron desarrollar experiencias educativas únicas, como el contexto actual de la eduación, desafiada por todos sus flancos.
Si alguien dijera cuál sería el mejor método para Implementar las TIC en un sistema educativo, seguramente traería al ruedo proyectos como el Plan Ceibal. Sin embargo, ¿es posible pensar que esta Pandemia ha convertido a nuestro sistema educativo en uno inmerso en las tecnologías de la información y comunicación para promover aprendizajes significativos? Aún estamos lejos.
Deberíamos revisar primero los criterios que implican que un sistema educativo (o un nivel o establecimiento) incorpore genuinamente a las TIC para enseñar y aprender. En el plan uruguayo mencionado, seguramente hay adaptaciones didácticas en donde en el aula presencial aparecen las herramientas. En un contexto de aislamiento que no tiene antecedentes, estamos todos desafiados a superarlo y aprender de esta experiencia.
Docentes que transforman sus clases en videoclases y/o envían material de estudio en diferentes formatos y por canales tecnológicos, son una parte de la realidad. Padres que no saben cómo hacer que sus hijos estudien; la complejida de abstaerse en este contexto; estudiantes que deben “estudiar solos; y el contexto familiar atravesado por un aislamiento total, sin dudas modifican las posibilidades de estudiar concentrado y dedicado. Si antes no se sabía estudiar en algunos niveles o era poca desarrollada esa capacidad como alumnos; hoy quedan expuestos problemas de “comprensión”; “redacción”; “elaboración” y “compartir” lo aprendido para mostrar avances significativos en los alumnos.
Pero aún estamos en un sistema educativo “presencial” y cuando volvamos a las aulas ¿qué habremos aprendido de estas experiencias tensionantes entre el “dar clases” y el “aprender autónomo”? ¿En qué conviene que los docentes nos enfoquemos? Seguramente nuestras clases presenciales cambien poco y vuelvan a la "normalidad", osea que nada habrá cambiado y seguiremos haciendo más de lo mismo. ¿Puede ser que perdamos la oportunidad de mejorar la Educación en Argentina?
Reflexionando con los colegas sugiereon algunos criterios que nos pueden orientar por dónde comenzar a mejorar en las aulas en esta presencialidad “post-aislamiento”:
- Rearmemos las conexiones entre personas - desde lo afectivo - construyendo un nuevo andamiaje de aprendizaje; contención y desafíos.
- Revisemos con estudiantes qué habilidades cada uno desarrolló /descubrió en esta etapa de aislamiento, afirmando la importancia de "seguir aprendiendo a estudiar" pero conectados.
- Encontremos dónde estuvieron las barreras de aprendizaje en relación con el campo del conocimiento; lo comunicacional; la propuesta didáctica y el uso de las tecnologías, ofreciendo institucionalmente los soportes necesarios para que las podamos superar (entre todos).
- Intercambiemos con colegas aprendizajes y complicaciones comunes, trabajando con directivos para “aprender significativamente” las consecuencias de estas clases en el contexto inesperado. ¿Qué Buenas Prácticas pudimos desarrollar cada uno para enfrentar estos desafíos educativos?
La realidad nos ha enfrentado a cuestiones que rara vez nos planteamos como docentes, y aún quedan cuestiones como las calificaciones; acreditaciones; regularidad y aprobación de asignaturas /años, especialmente en los niveles Inicial, Primario y Medio. Tal vez en el superior se cuenten con más recursos y estrategias para garantizar parte de las”aprobación” y “regularidad” en las cursadas.
Cuando vuelvan las clases ¿qué haremos con los estudiantes en las aulas, más de lo mismo? ¿estamos planificando estrategias didácticas apoyadas en estas nuevas experienicas en asilamiento? ¿sólo nos preocuparemos por recuperar temas y tiempos en “tanta desconexión”?

Hace unos días un padre (colega y experto en esto de EaD), le preguntaba a sus hijos en edad escolar si extrañaban y desaban volver al colegio. La dura respuesta fué ¡no, no extraño a la escuela antigua!
Proponer cambios que coloquen al alumno en el centro del proceso, como actor principal, sea el primer cambio que los alumnos esperen de sus docentes, o mejor dicho, que ya están esperando.
Hace pensar... para avanzar en esta línea de reflexión-acción compartida se me ocurre las siguientes actividades con los equipos docentes y/o también entre directivos y docentes:
ResponderEliminar1. Registrar y reflexionar: armar anecdotarios de BPaD y distinguir luego con los equipos docentes a.Aprendizajes y competencias activadas/ b. la idea en mente (objetivo concreto) accionado por el docente en dicha actividad del aula virtual.
2. Armar elencos de BPaD por nivel y área a partir de las experiencias
3. Armar elencos de links y tutoriaes útiles
4. En los equipos docentes -por Nivel, ciclo y/o área- Re diseñar el PC áulico anual priorizando y jerarquizando aprendizajes desde el parámetro de 1.competencias y 2. conceptos o núcleos cosmovisionales fundantes del propio PEI.
5. Accionar ateneos de discusión sobre lo que los docentes identifican como BPaD y la superación de las mismas a partir de la colaboración de los colegas.
6. Repensar la utilidad o no de la metodología de proyectos y el aprendizaje colaborativo en sus posibilidades reales en el contexto de distancia y luego en el contexto presencial, según cada nivel escolar (Inicial/Primaria y Secundaria).
Entre otras acciones que puedan ir surgiendo e innovando...
Acuerdo, el desafío es comenzar a establecer acciones que ahora en distancia puedan mejorarse aún más en la presencialidad. Armar equipos/elencos docentes, sería una gran innovación. ¿no podemos hacerlo ahora que la virtualidad lo permite? ¿cómo podríamos con dicha experiencia ir generando parejas pedagógicas en la próxima vuelta a la presencialidad?
ResponderEliminarMe parecen enriquecedoras tus reflexiones, las llevo a Linkedin para compartirlas...